La limpieza dental es un tratamiento esencial para cuidar la salud y el aspecto de la sonrisa. Aunque la higiene diaria es fundamental, hay zonas de la boca a las que el cepillo y el hilo dental que utilizamos en casa no llegan con facilidad. Con el tiempo, en esas áreas se acumulan placa bacteriana y sarro, que pueden dar lugar a caries, halitosis y gingivitis. Por eso, cada cierto tiempo es recomendable acudir al dentista para someterse a una limpieza dental profesional, un procedimiento relativamente sencillo, económico y muy eficaz.
La limpieza dental, también llamada tartrectomía o profilaxis dental, es un tratamiento odontológico preventivo que elimina la acumulación de placa bacteriana y sarro en dientes y encías.
Estos depósitos no siempre se retiran con el cepillado diario, por lo que con el tiempo pueden provocar caries, gingivitis y periodontitis.
Hay dos tipos principales de limpiezas dentales: básica o con bicarbonato. Según el estado de la boca, el dentista recomendará una u otra:
En esta técnica, se elimina la placa bacteriana y el sarro de los dientes con ultrasonidos y posteriormente se realiza un pulido dental, que devuelve a los dientes una textura más lisa y brillante. En función de cada paciente, este tipo de limpieza dental puede ser con anestesia tópica, para personas que presenten hipersensibilidad, y con aplicación de flúor, para fortalecer el esmalte de los dientes y prevenir las caries.
En este tipo de limpieza, además de realizar la profilaxis básica, se emplea un chorro de aire y agua a presión con polvo perlado (unas perlas compuestas por polvo de bicarbonato de sodio). Dicho polvo está formado por partículas muy finas que realizan un pulido suave: eliminan las manchas superficiales sin dañar el esmalte y proporcionan un acabado más uniforme.
Es especialmente eficaz contra las tinciones producidas por café, té, tabaco o vino tinto. Aunque no sustituye a un blanqueamiento dental, ayuda a que los dientes recuperen un tono más claro y luminoso, ofreciendo un resultado estético inmediato.
La profilaxis intensiva es muy recomendable para quienes buscan un extra de estética.
Los pasos de una limpieza dental pueden variar. A continuación, te describimos el proceso general.
Antes de hacer una limpieza dental es necesario que el odontólogo realice una exploración de la boca. Así, podrá valorar el estado de salud oral del paciente e identificar posibles signos de patologías (caries, gingivitis, periodontitis…).
Con el objetivo de completar la exploración y confirmar los posibles hallazgos, el dentista realiza una o varias radiografías, en función del caso del paciente. Por ejemplo, una radiografía panorámica y radiografías periapicales.
Se utiliza un dispositivo que emite vibraciones de alta frecuencia y una corriente de agua a presión. Estas microvibraciones permiten despegar y fragmentar el sarro adherido a la superficie de los dientes y en la línea de las encías.
El dentista emplea instrumental manual (cepillo interdental e hilo dental) para acceder a rincones donde el ultrasonido no llega, como los espacios interdentales o justo debajo de la línea de las encías. Este paso permite retirar los pequeños restos de placa bacteriana o sarro más resistentes y asegurar que la superficie dental queda limpia y libre de depósitos.
En el caso de la limpieza con bicarbonato, se incorpora un paso adicional que consiste en proyectar un chorro de aire y agua a presión mezclado con un polvo perlado. Este actúa como un abrasivo suave que elimina manchas externas provocadas por el consumo de café, té, vino tinto o tabaco, sin dañar el esmalte.
Se utiliza una pasta especial con microgránulos que, aplicada con un cepillo profesional, alisa la superficie de los dientes. Este pulido elimina las pequeñas rugosidades que pueden favorecer la acumulación de placa bacteriana y devuelve a los dientes un tacto más liso y una apariencia más brillante.
Se aplica flúor para remineralizar y fortalecer el esmalte de los dientes, lo que contribuye a prevenir la caries:
El coste del tratamiento varía en función del tipo de limpieza bucodental: básica o intensiva.
*Incluye limpieza y profilaxis con pistola de presión con polvo higienizante.
Precio de adquisición al contado (PVP) 42€ (no financiable).
*Incluye limpieza y profilaxis con ultrasonidos y un posterior pulido con cepillo y pasta
Precio de adquisición al contado (PVP) 60€ (no financiable).
la limpieza bucodental es muy eficaz para prevenir la aparición de patologías orales muy comunes, como la caries, la gingivitis y la periodontitis.
ayuda a eliminar las antiestéticas manchas de los dientes causadas por el consumo de café, vino tinto, té o tabaco. Tras una limpieza bucodental intensiva los dientes se ven más blancos, limpios y lisos.
normalmente, es suficiente con hacerse una o dos limpiezas dentales al año.
es un tratamiento relativamente sencillo. Por lo general, dura entre 30 y 50 minutos y no suele requerir anestesia.
es muy útil antes de comenzar numerosos tratamientos dentales (ortodoncia, blanqueamiento, carillas…).
la fluorización refuerza la protección del esmalte contra la caries.
al eliminar el sarro y la placa bacteriana, proporciona un aliento más fresco y una sensación más agradable en la boca. Además, puede mejorar la halitosis.
la limpieza bucal tiene un precio relativamente asequible, comparada con otros tratamientos dentales.
la limpieza de la boca ayuda a mantener una buena salud oral, lo que a su vez reduce el riesgo de desarrollar enfermedades bucodentales y de necesitar tratamientos más costosos.
No siempre resulta fácil detectar cuándo es momento de hacer una limpieza, pero hay signos que no debes pasar por alto. Algunas señales que indican la necesidad de una limpieza profesional son las siguientes:
Incluso si no presentas síntomas evidentes, lo más adecuado es realizar limpiezas dentales periódicas, ya que el sarro puede acumularse de forma silenciosa y poner en riesgo la salud de la boca. Normalmente, es aconsejable hacerse una o dos limpiezas bucodentales al año.
Silvia Canals es coordinadora médica del área de Ortodoncia de Donte Group. Se graduó en Odontología por la Universidad CEU San Pablo, donde también cursó el Máster en Ortodoncia y Ortopedia Dentomaxilar, y completó además un Máster en Ciencias Odontológicas en la Universidad Complutense de Madrid. Destaca por su experiencia en tratamientos con alineadores transparentes y brackets; en ortopedia y ortodoncia en pacientes en crecimiento —con aparatos funcionales como Twin-Block o Herbst—; y en el manejo de casos complejos con microtornillos.
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