María Latorre María Latorre
5 min de lectura
Revisado por la Comisión Médica
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La periodontitis crónica es una enfermedad muy común entre la población, así como la principal causa de la pérdida de los dientes en adultos. Por ello, es fundamental conocer bien cuál es su origen y qué tratamientos son los más adecuados para controlarla. Pero, además, es importante saber qué consejos seguir para evitar que se reactive. De todo ello te enterarás a lo largo de este artículo.

¿Qué es la periodontitis?

La periodontitis crónica, también conocida como piorrea, es un tipo de enfermedad periodontal que ocurre, principalmente, por la acumulación de bacterias en la boca, fruto de una mala higiene oral.

Dichas bacterias, sin un tratamiento adecuado que consiga controlarlas o eliminarlas, provocan una infección crónica, que acaba dañando los tejidos que sirven de soporte del diente (encías, hueso…).

Causas de la periodontitis

Las principales causas de la periodontitis son una higiene bucodental incorrecta y la acumulación de sarro.

Higiene bucodental deficiente

La higiene oral inadecuada puede producirse por una falta de cepillado o porque la persona no sigue una técnica de cepillado correcta. Por tanto, aunque se cepille, no elimina por completo los restos de comida.

Si los restos de alimentos no se eliminan después de las comidas, la placa bacteriana que se alimenta de dichos restos se adhiere y se acumula alrededor de los dientes.

Sarro

La placa bacteriana que permanece mucho tiempo en la boca se endurece y se acaba convirtiendo en cálculo (sarro). El sarro, al contrario que la placa, ya no se puede eliminar con el cepillo de dientes.

Para retirarlo, será necesario recurrir a una higiene bucodental profesional(en la clínica). Sin embargo, si este sarro no se elimina, la infección cada vez avanzará más y será más profunda. Por tanto, los daños causados por las bacterias serán mayores, ocasionando la reducción de los tejidos de soporte del diente y pudiendo provocar la caída de las piezas dentales.

Genética

Esta es otra de las causas de periodontitis crónica, pero no la principal. La predisposición genética juega un papel fundamental en la enfermedad periodontal. Es decir, una persona que no mantenga una buena higiene y que tenga antecedentes familiares de periodontitis, tendrá muchas posibilidades de acabar sufriendo la patología.  

La periodontitis es una enfermedad crónica, por lo que no se cura y tiende a reaparecer con el tiempo. Sin embargo, existen distintos tratamientos para controlarla.

Síntomas de la periodontitis

A continuación, vamos a enumerar algunos de los signos más habituales de la periodontitis. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no siempre aparecen todos ellos. Dichos síntomas principales son los siguientes:

  • Sangrado de encías: el sangrado puede producirse de manera espontánea, al comer o durante el cepillado de dientes.
  • Inflamación de encías.
  • Encías oscuras, que adquieren un tono rojo o morado brillante.
  • Secreción de pus a través de las encías.
  • Halitosis (mal aliento).
  • Dolor o sensibilidad en dientes o encías.
  • Encías retraídas: como consecuencia, los dientes se ven más largos de lo normal. Esto se debe a que la retracción provoca que la raíz de la pieza dental se haga visible.
  • Espacios entre los dientes (troneras).
  • Sensación de movilidad o de que los dientes se han aflojado.
  • Caída de alguna pieza dental.

¿La periodontitis se puede curar?

La periodontitis es una enfermedad crónica, por lo que no se cura. Sin embargo, existen distintos tratamientos que permiten controlar la afección.

Estudio periodontal

Con el objetivo de determinar el estado de la enfermedad, el odontólogo evaluará al paciente mediante un estudio periodontal. Para ello se utiliza una sonda periodontal, es decir, un instrumento que permite medir la profundidad del sondaje (profundidad a la que la sonda penetra entre los dientes y su tejido de soporte perdido).

Y es que, a medida que la periodontitis avanza, se van formando las llamadas bolsas periodontales, creando depósitos de bacterias entre el diente y los tejidos de soporte.

Además de la exploración bucodental, el dentista realiza al paciente una serie de radiografías. Con todo ello, podrá determinar en qué estado se encuentra la periodontitis y pautar el tratamiento para mantenerla bajo control.

Una vez que la enfermedad periodontal está diagnosticada, el odontólogo pautará el siguiente paso: el tratamiento básico periodontal. Es decir, un raspado y alisado radicular, conocido coloquialmente con el nombre de curetaje dental.

Tratamiento periodontal básico: raspado y alisado radicular

El raspado y alisado radicular (curetaje) se realiza en todos los casos de pacientes con periodontitis, como primera fase del tratamiento mecánico. Consiste en utilizar unos instrumentos denominados curetas para retirar el sarro acumulado en el interior de las bolsas periodontales.

Dicho procedimiento, con el objetivo de que no sea molesto ni doloroso para el paciente, se lleva a cabo mediante anestesia local.

Además, hay que tener en cuenta que el curetaje debe acompañarse de un control mecánico y químico de la placa bacteriana del paciente en casa. Esto se consigue con una técnica de cepillado adecuada, hilo dental para la higiene interproximal y un dentífrico y colutorio específicos (ambos deben contener antisépticos enfocados al mantenimiento de la salud de las encías).

En algunas ocasiones, tras el raspado y alisado radicular, el odontólogo pauta tratamiento antibiótico para mantener el control de las bacterias. Sin embargo, esto es algo que no precisan todos los pacientes.

Después del curetaje, el dentista determinará si es necesario recurrir a una segunda fase de tratamiento: la cirugía periodontal. Con dicho procedimiento quirúrgico será posible acceder a zonas profundas que no han podido limpiarse en su totalidad en una primera fase.

Cirugía periodontal

La cirugía periodontal se realiza en algunos casos, bajo criterio del odontólogo. En estas ocasiones, se hace después del raspado y alisado radicular, cuando en la primera fase del tratamiento no ha sido posible acceder a los niveles de bolsa profundos. Y, por tanto, no se han podido eliminar por completo los acúmulos de cálculo y bacterias.

Cuando los tejidos de soporte han quedado muy retraídos, el dentista podrá valorar si es conveniente recurrir a técnicas de regeneración de hueso o a injertos gingivales (de encías) para reponer los tejidos perdidos.

Control de la periodontitis

Tal y como hemos ido apuntando a lo largo de este artículo, la periodontitis es una patología controlable, siempre y cuando se sigan unas buenas rutinas de higiene. A continuación, te vamos a dar una serie de consejos para controlar la enfermedad y prevenir sus efectos negativos:

  • Buena higiene bucal: cepíllate los dientes después de cada comida durante, al menos, dos minutos. Sé ordenado en tu técnica de cepillado. Divide la boca en cuatro cuadrantes, sigue siempre el mismo orden y dedica a cada cuadrante el mismo tiempo. No olvides cepillar cada diente por todas sus caras.
  • Complementa el cepillado: además de un cepillo, procura utilizar un pasta de dientes y un enjuague bucal específicos para el mantenimiento de la salud de las encías. Además, emplea hilo dental al menos una vez al día (en el último cepillado antes de ir a dormir).
  • Reduce el consumo de azúcar: los azúcares contribuyen a la proliferación de bacterias, especialmente si no nos cepillamos los dientes después. Disminuye la ingesta de este tipo de comidas y, cuando las consumas, recuerda cepillarte después.
  • Evita el tabaco: las sustancias tóxicas que contienen los cigarros ejercen un efecto vasoconstrictor. Esto quiere decir que inhiben el sangrado, uno de los primeros síntomas de la gingivitis. Por tanto, las personas fumadoras suelen ser conscientes de la presencia de la enfermedad periodontal más tarde, cuando su estado es más avanzado.
  • Haz una visita al dentista una vez al año: acudir al odontólogo de forma periódica para que te haga una revisión y una higiene profesional reducen significativamente la posibilidad de padecer las complicaciones asociadas a un mal control de la periodontitis.

La periodontitis es una enfermedad crónica que, una vez que aparece, no se cura y tiene una alta recidiva. Es decir, tiende a reaparecer con el paso del tiempo. Por tanto, es fundamental extremar las medidas de higiene oral para mantenerla controlada.

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María Latorre
María Latorre
Coordinadora Médica Odontología Integrada, Endodoncia y Periodoncia
María Latorre es coordinadora médica del área de Periodoncia y Endodoncia del Grupo Vitaldent. Es licenciada en Odontología por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y cuenta con el máster en Odontología Integrada de la misma institución. Además, completó sus estudios superiores con el máster en Cirugía Oral, Implantología y Periodoncia de la Universidad de Málaga. Fruto de su interés por mantenerse actualizada, también cuenta con posgrados y cursos de prótesis y distintas técnicas quirúrgicas.