

¿Qué es la gingivitis?
Las enfermedades gingivales son muy comunes en la población general. Es muy habitual la visita a la consulta por sangrado o inflamación de encías. De hecho, tanto es así, que la gingivitis es una de las enfermedades más frecuentes en la población adulta. Son muchas las personas que acuden a la consulta del dentista y dicen literalmente “me sangran las encías”. En estas situaciones, es fundamental acudir a nuestro odontólogo de confianza para que lleve a cabo una revisión y descartar cualquier posible enfermedad.
Las enfermedades gingivales afectan a la mucosa y tejidos que rodean los dientes y originan soporte en nuestra boca. Los dientes están rodeados de encía, un ligamento periodontal y anclados al hueso. Cuando las bacterias invaden estos tejidos, estos se inflaman, generando un depósito muy fácil de ver.
Estas enfermedades pasan por dos fases:
- Gingivitis: Donde en un principio las encías se inflaman, cambian hacia un color más rojizo y sangran. Esto ocurre por el depósito de bacterias en la encía y, por lo tanto, la inflamación de la zona.
- Periodontitis: Tras la fase de gingivitis, si esta no se trata, la enfermedad se complica, afectando al ligamento periodontal y al hueso que soporta los dientes. Las bacterias avanzan, se acantonan y comienzan a destruir el hueso, originando dolor, infección, inflamación, sangrado y movilidad de las piezas por falta de soporte óseo.
Causas del sangrado de encías
Como hemos nombrado, cuando se manifiesta una enfermedad gingival, genera inflamación y sangrado de las encías, ya que una encía sana, no tiene que sangrar. Las causas por las que se genera este tipo de enfermedad, y por lo tanto un sangrado, son:
- Pobre higiene oral: generando un almacenamiento de bacterias entre el diente y la encía y provocando así una inflamación y sangrado.
- Cambios hormonales: sobre todo en las mujeres, cuando sufren la menstruación o están embarazadas ya que, debido a los cambios hormonales, pueden presentar una gingivitis transitoria con inflamación y sangrado de las encías.
- Mala posición de los dientes: al no tener una oclusión adecuada y una mordida estable, las encías se pueden inflamar, causando un sangrado.
- Uso de ortodoncia fija: los brackets impiden una correcta higiene oral y hacen que se acumule más la placa bacteriana, por lo que las encías pueden sufrir enfermedades gingivales si no tenemos un especial cuidado durante el período de la ortodoncia.
- Factores genéticos: que generen mayor predisposición a padecer enfermedades gingivales
- Enfermedades sistémicas: como son la diabetes, la anemia y la hepatitis, que pueden ir acompañadas de episodios de gingivitis.
- Consumo de algunos fármacos: algunos medicamentos pueden originar la inflamación y sangrado de las encías, pero esto no lo podemos clasificar como gingivitis, sino como una hiperplasia gingival generada por dichos fármacos.
Problemas que puede causar
Como ya hemos mencionado, las enfermedades gingivales son un proceso que comienza levemente pero que se puede agravar considerablemente, lo que podrá terminar probablemente en el clásico “doctor, me sangran las encías”. Comienza con una inflamación y sangrado, y puede avanzar hasta una infección acompañada de dolor o sensibilidad, así como, incluso, movilidad de los dientes.
Tratamiento
Es importante que, si notas cualquier tipo de síntoma que hemos comentado anteriormente, acudas a tu dentista de confianza para que valore tu caso. Debes explicarle tus síntomas para que, con tu explicación y un estudio previo, llegue al diagnóstico correcto.
Si detecta que presentas una enfermedad gingival como puede ser la gingivitis, te realizará una limpieza exhaustiva con mayor o menor profundidad dependiendo del grado de tu enfermedad. Tras ello, te explicará una serie de recomendaciones para tu rutina de higiene diaria para controlar la gingivitis y evitar los síntomas. Después de esto, te realizará revisiones cada 3 y 6 meses para valorar la evolución de la gingivitis, que será la mejor prevención para no tener que volver al dentista con el ya famoso “doctor, me sangran las encías”.
Recomendaciones
Si quieres evitar estas enfermedades gingivales y tener que llegar al dentista y decirle “me sangran las encías”, debes seguir una serie de recomendaciones a modo de prevención. Algunas de estas recomendaciones son las siguientes:
- Cepillarse correctamente los diente con un cepillo de cerdas suaves sin utilizar una técnica agresiva para no dañar las encías.
- Debes conseguir una correcta limpieza eliminando todos los restos de comida y placa de tu boca.
- Utilizar seda dental o cepillos interproximales para eliminar la placa de las zonas donde el cepillo dental no llega.
- Limpiar la lengua en cada rutina de higiene oral, ya que allí también se acumulan las bacterias.
- Utilizar enjuagues bucales para conseguir una limpieza más profunda de tu boca.
- Evitar el tabaco, ya que es uno de los elementos más perjudiciales para tus encías.
- Visitar regularmente a tu dentista para realizarse revisiones y limpiezas profesionales anuales para así prevenir este tipo de enfermedades gingivales.