Filipa Nunes Filipa Nunes
5 min de lectura
Revisado por la Comisión Médica
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Los tratamientos de ortodoncia suelen durar entre 12 y 24 meses, dependiendo de la complejidad del caso. Pero, a su vez, estos tratamientos están compuestos por una serie de fases.

Muchas personas creen que los brackets o los alineadores invisibles que llevan realizan el mismo trabajo durante todos los meses que los llevan. Sin embargo, no hay nada más lejos de la realidad, ya que cada una de las fases de la ortodoncia persigue unos objetivos concretos.

Por ello, en el artículo de hoy vamos a hablar sobre este tema tan desconocido entre los pacientes, así como a desvelar en cuántas fases se dividen los tratamientos ortodóncicos.

¿Cuáles son las fases de la ortodoncia?

En general, podemos decir que un tratamiento de ortodoncia se compone de siete fases:

1- Estudio de ortodoncia

El estudio es la primera fase de la ortodoncia. Consiste en un análisis muy exhaustivo de los huesos maxilares (maxilar superior y mandíbula), los dientes y la oclusión (mordida) del paciente.

Para ello, será necesario realizar varias pruebas y obtener una serie de registros:

Fotografías

Se toman distintas imágenes intraorales y extraorales. Estas, además, se hacen tanto de frente como de perfil. Con todo ello, el ortodoncista analiza los diferentes aspectos de la sonrisa (malposiciones, espacios entre los dientes, simetría facial…). 

Además, estas imágenes iniciales sirven para compararlas con las finales, una vez que el paciente ha terminado el tratamiento. Así, se obtendrá la prueba gráfica del cambio de la sonrisa.

Modelos

Los modelos sirven para obtener un molde fiel de la boca del paciente. Existen dos maneras de obtener dichos modelos: mediante las clásicas impresiones tradicionales de alginato y escayola o mediante un escáner intraoral. 

El escáner intraoral -con el que contamos en gran parte de nuestras clínicas- es un método que ofrece numerosas ventajas a los pacientes. En el caso de la ortodoncia invisible permite mandar las impresiones de manera digital (en lugar de realizar un envío físico). De esa manera, el laboratorio puede comenzar a fabricar los alineadores antes. 

Pero, además de ser rápido, el escáner intraoral es más cómodo para el paciente. Esto se debe a que evita tener que introducir en la boca los moldes de alginato tradicionales, que a algunas personas les causan náuseas y arcadas.

Radiografías

Mediante la serie radiográfica, el ortodoncista puede observar con gran precisión el tamaño y la colocación de los huesos maxilares, el estado de las muelas del juicio o la posible existencia de enfermedades o infecciones (periodontitis, abscesos, etc.). 

Aunque esta primera fase englobe varios procesos, lo cierto es que es muy rápida. Todas las pruebas y registros se hacen en el mismo día.

La fase de estudio de la ortodoncia permite establecer un buen diagnóstico y, por tanto, planificar correctamente el tratamiento.

2- Alineamiento y nivelación

La segunda fase de la ortodoncia sirve para corregir la colocación de los dientes y nivelar las dos arcadas (superior e inferior). Por ello, los principales objetivos que persigue son los de eliminar el apiñamiento y traccionar las piezas dentales que todavía no han erupcionado. 

La fase de alineamiento y nivelación dura entre 6 y 8 meses aproximadamente.

3- Corrección de la mordida

Tras haber solucionado las malposiciones dentarias, es necesario corregir la mordida. Es decir, se debe conseguir que los dientes encajen (muerdan) en la posición correcta.

Por ello, esta fase de la ortodoncia abarca la corrección de maloclusiones como la sobremordida, la mordida abierta o la mordida cruzada

En algunas ocasiones, esta fase de la ortodoncia requiere el uso de gomas o elásticos. Las gomas sirven para ejercer una fuerza mayor, por lo que se recurre a ellas cuando el paciente presenta un grado severo de maloclusión.

Dicho esto, la corrección de la mordida dura también alrededor de 6-8 meses.

4- Cierre de espacios

Una vez que se ha corregido tanto el alineamiento como la mordida, será necesario cerrar los espacios que hayan quedado entre los dientes -también llamados diastemas-.

Como ocurre con todas las fases de la ortodoncia, la duración de esta etapa también dependerá de los espacios que presente el paciente. Sin embargo, podemos decir que esta fase es más corta: dura entre 3 y 4 meses.

5- Acabado y terminación

Llegados a esta fase, podemos decir que la ortodoncia está, prácticamente, terminada. Sin embargo, este periodo es necesario para perfeccionar los pequeños aspectos que no se hayan corregido por completo.

Y es que, hay que tener en cuenta que, por cuestiones biológicas, no todos los dientes responden de la misma manera al tratamiento. Por ello, puede que algunos no hayan llegado, exactamente, a la posición ideal.

En el caso de la ortodoncia invisible, esta fase se conoce con el nombre de refinamiento. Pero, dejando a un lado la nomenclatura, la fase de acabado y terminación sirve para corregir pequeños detalles como los siguientes:

  • Igualar las raíces dentales para que todas queden paralelas.
  • Realizar ligeros ajustes en la posición de algunos dientes.
  • Asentar los movimientos llevados a cabo por los dientes.
  • Etc.

6- Retirada del aparato

Una vez que el trabajo ortodóncico ha terminado por completo, será el momento de retirar los brackets o los alineadores invisibles. 

El proceso para retirar los alineadores es más rápido que el de los brackets. Esto se debe a que, normalmente, con los alineadores solamente es necesario eliminar unos pocos puntos de composite (los ataches).

En cualquier caso, la retirada de los brackets o de los alineadores se realizará en una sola sesión.

7- Retención

La retención es una fase crucial en cualquier tratamiento de ortodoncia. Esto se debe a que los dientes tienen una especie de “memoria”. Por ello, si no se les pone ningún freno, tratarán de volver a la posición que tenían antes de comenzar con la ortodoncia.

Esto supondría dar un paso atrás, así como “tirar por la borda” todo el esfuerzo y el dinero invertidos. Para que esto no suceda, es necesario colocar a los pacientes unos retenedores, ya sean fijos o removibles

Existen distintos tipos de retenedores, tanto fijos como removibles:

Retenedores fijos

Consisten en una fina barra de alambre que se coloca en la cara interna de los dientes, concretamente de canino a canino. En general, lo más adecuado es colocar siempre un retenedor fijo en la arcada inferior. En cambio, el retenedor superior puede reservarse solamente para casos concretos (diastemas, rotaciones…) y para cuando la oclusión del paciente lo permita.

Retenedores removibles

Existen distintos tipos de aparatos de “quita y pon”:

  • Essix: dentro de los retenedores removibles, el tipo Essix es uno de los más habituales.
  • Spring Aligner
  • Placa Hawley

En definitiva, hoy en día lo más habitual es colocar el retenedor fijo y el Essix. Sin embargo, el caso de cada paciente es diferente y hay ocasiones en las que es preferible utilizar otros aparatos como el Spring Aligner o la Placa Hawley. 

Por tanto, la decisión final depende del ortodoncista, que es el profesional más indicado para determinar qué tipo de retenedor va a permitir mantener de por vida los resultados conseguidos con la ortodoncia. 

Bibliografía

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Filipa Nunes
Filipa Nunes
Filipa Nunes es coordinadora médica del área de Ortodoncia del Grupo Vitaldent. Se licenció en Medicina Dental por el Instituto Superior de Ciencias de la Salud en Lisboa (Portugal) y estudió un posgrado internacional en Odontología Integral en la Universidad de Nueva York (Estados Unidos). Además, cuenta con experiencia profesional como ortodoncista tanto en España como en Portugal.