La sobremordida es un problema dental relativamente frecuente entre la población. En muchos casos, es de carácter leve y pasa, prácticamente, inadvertida para quien la padece. Sin embargo, hay otras personas que presentan sobremordida severa y, como consecuencia, sufren distintos inconvenientes en su vida diaria.
Por ello, es fundamental abordar cuáles son las causas de la sobremordida, así como detallar cuál es el tratamiento más indicado para corregirla. Pero, antes de eso, vamos a aclarar una cuestión fundamental: en qué consiste esta maloclusión y cuándo se considera que una persona la tiene.
¿Qué es la sobremordida?
La sobremordida es un tipo de maloclusión dental en la que los dientes superiores cubren en exceso los inferiores. Concretamente, se considera sobremordida cuando dichos dientes superiores tapan más de un tercio de los inferiores.
En función del grado de sobremordida que presente el paciente, será más o menos importante llevar a cabo un tratamiento para solucionarla.
Tipos de sobremordida
Existen dos tipos de sobremordida: sobremordida vertical y sobremordida horizontal -también llamada resalte-.
Sobremordida vertical
La sobremordida vertical se produce cuando los dientes de la arcada superior (maxilar) cubren totalmente los inferiores (mandíbula).
Sobremordida horizontal
La sobremordida horizontal o resalte tiene lugar cuando los dientes superiores, además de cubrir los inferiores, están mucho más adelantados que estos.
Causas de la sobremordida
Las causas de la sobremordida se encuentran en las primeras etapas de la vida. Por un lado, se debe tener en cuenta que esta malocusión es hereditaria. Por otro lado, la sobremordida está causada por una serie de hábitos incorrectos que tienen lugar durante la infancia.
Hábitos infantiles incorrectos
Algunos niños usan el chupete o se chupan el dedo pulgar más tiempo del recomendado. Aunque esta costumbre puede parecer inofensiva, lo cierto es que tanto el dedo pulgar como el chupete ejercen una presión excesiva sobre los dientes del maxilar superior. Por tanto, estos hábitos prolongados en el tiempo (más allá de los tres años) pueden aumentar el resalte.
Algo parecido ocurre cuando los niños posicionan su lengua de manera incorrecta. Es decir, cuando su lengua, en lugar de descansar en el paladar, se apoya en los dientes superiores. Esta presión de la lengua prolongada en el tiempo provoca el mismo efecto que el chupete o el dedo pulgar.
Herencia genética
La sobremordida se transmite de padres a hijos. Por tanto, los niños que tienen un padre o una madre con esta maloclusión tendrán más posibilidades de desarrollarla.
El tratamiento para corregir la sobremordida depende de la etapa de la vida en la que se encuentre la persona. Es decir, en niños será mucho más fácil de solucionar que en adultos.
¿Qué problemas ocasiona la sobremordida?
El hecho de morder de manera incorrecta acarrea una serie de consecuencias para el paciente. A continuación, vamos a desvelar cuáles son las más comunes:
Alteraciones en la masticación
Las personas que no tienen una oclusión correcta, pueden experimentar determinadas dificultades al comer. Esto se debe, fundamentalmente, a que la sobremordida tiende a cursar con otros problemas dentales (clase II, apiñamiento, etc.). Como consecuencia, los contactos entre los dientes no son los adecuados, lo que afecta a la manera de morder.
Desgastes dentales
El hecho de que los dientes no contacten adecuadamente origina cargas innecesarias. Es decir, que algunas piezas dentales choquen entre ellas o tengan un peso excesivo en la masticación.
Esto, prolongado en el tiempo, provoca desgastes en el esmalte de los dientes. Y, en el peor de los casos, deriva en un aumento de la sensibilidad dental e, incluso, en una fractura.
Empeoramiento de la estética de la sonrisa
Cuando la sobremordida es leve, la apariencia de la sonrisa no tiene por qué verse comprometida. Sin embargo, la sobremordida severa sí puede resultar antiestética, ya que los dientes inferiores apenas se ven al sonreír.
¿Cómo se trata la sobremordida?
El tratamiento más indicado para corregir la sobremordida depende de la etapa en la que se aborde dicha maloclusión. Por ejemplo, en los niños se podrá solucionar mediante lo que conocemos como ortodoncia interceptiva.
En cambio, en el caso de los adultos, la sobremordida tendrá que corregirse mediante ortodoncia -ya sea con brackets o con alineadores- o mediante cirugía ortognática, en el caso de sobremordida severa.
Tratamiento de la sobremordida en niños
En el caso de los niños, la solución para la sobremordida pasará por un tratamiento de ortodoncia interceptiva. La ortodoncia interceptiva engloba todos aquellos aparatos destinados a corregir las maloclusiones en niños de entre seis y nueve años.
Esta es la fase de la vida en la que es más sencillo solucionar la sobremordida. Esto se debe a que, durante la infancia, las estructuras óseas y dentales son más “moldeables”.
Tratamiento de la sobremordida en adultos
Cuando una persona ha llegado a la edad adulta y, por tanto, ha completado su desarrollo bucodental, resultará más complejo actuar contra la sobremordida. Pero, por supuesto, es posible hacerlo.
En los casos de sobremordida leve o moderada, esta se podrá corregir mediante un tratamiento de ortodoncia. Dicho tratamiento podrá estar basado en brackets (metálicos, de zafiro o linguales) o en ortodoncia invisible (alineadores transparentes).
Sin embargo, cuando la persona presente sobremordida severa, es muy posible que sea necesario realizar, además, una cirugía ortognática.
Por todo ello, desde nuestras clínicas dentales siempre recomendamos que la primera visita al odontopediatra o al ortodoncista infantil se produzca a los seis años. De esta manera, el profesional podrá detectar cualquier maloclusión incipiente que sea mucho más fácil de solucionar en la infancia.