Filipa Nunes 
Los brackets metálicos son el tratamiento de ortodoncia más conocido de todos. De hecho, hasta hace no tantos años eran el único procedimiento para alinear los dientes, lo que explica gran parte de su fama. En este artículo, nos vamos a centrar en las ventajas y los inconvenientes de esta ortodoncia tan popular.
¿Qué son los brackets metálicos?
Los brackets metálicos son un tipo de ortodoncia que utiliza unas pequeñas piezas de metal (brackets) para mover los dientes a la posición planificada previamente por el ortodoncista. Para ello, los brackets se adhieren a la superficie dental con un pegamento especial y se conectan entre sí con un arco. Dicho arco es el que permite aplicar presión en los dientes y guiarlos hasta la posición deseada.
Tradicionalmente, los brackets de metal se han asociado a niños y adolescentes. Sin embargo, hoy en día también hay un gran número de pacientes adultos que los llevan.
Tipos de brackets metálicos
Los avances en la ortodoncia han permitido que en los últimos años aparezcan diversos tipos de brackets. En concreto, al hablar de brackets metálicos distinguimos dos tipos: brackets tradicionales y brackets autoligables:
- Brackets metálicos tradicionales: este tipo de brackets son los que más tiempo se llevan utilizando. Requieren unas ligaduras o gomas que permiten fijar el arco al bracket. Estas gomas, además, pueden ser de diferentes colores, lo que añade un toque divertido y desenfadado a los brackets utilizados por los niños.
- Brackets metálicos autoligables: se parecen mucho a los anteriores, pero su diferencia radica en que los brackets autoligables no necesitan ligaduras para sujetar el arco. En su lugar, los propios brackets incorporan un clip o tapa. Gracias a ello, el movimiento es más efectivo, porque existe menos resistencia al movimiento, lo que en ocasiones permite acortar la duración del tratamiento.
¿Cómo funcionan los brackets metálicos?
Los brackets metálicos se colocan en la cara vestibular (externa) de los dientes. Por tanto, al contrario que los linguales, resultan visibles al sonreír.
La ortodoncia metálica se compone de tres elementos fundamentales: el bracket, el arco y la ligadura.
- Bracket: los brackets son la parte más visible de la ortodoncia. Se adhieren a la superficie del diente con un pegamento especial.
- Arco: el arco es el alambre metálico que conecta todos los brackets entre sí. Aunque su papel pueda pasar inadvertido, resulta fundamental ya que es el encargado de aplicar presión sobre los dientes y conseguir los movimientos deseados. De hecho, el ortodoncista ajusta el arco en cada cita de revisión.
- Ligadura: en el caso de los brackets metálicos tradicionales, las ligaduras sirven para unir el arco al bracket. Por su parte, la ortodoncia de autoligado no necesita ligaduras, ya que cada bracket incorpora un clip o tapa.
Además de estos tres componentes, en algunos casos será necesario recurrir a elásticos intermaxilares durante los tratamientos de ortodoncia. Dichos elásticos se usan para corregir determinados problemas de mordida, como la clase II o III, la mordida cruzada o la mordida abierta.
Los elásticos intermaxilares se colocan en los dientes superiores e inferiores y tienen el objetivo de conectar ambas arcadas para realizar los movimientos planificados por el ortodoncista.
Las principales ventajas de los brackets metálicos son su eficacia, su versatilidad (ya que permiten abordar un gran abanico de maloclusiones) y su precio.
Ventajas y desventajas de los brackets metálicos
A continuación, te contamos cuáles son los beneficios y los inconvenientes de los brackets metálicos.
Ventajas
Las principales ventajas de los brackets metálicos son las siguientes:
- Eficacia demostrada: la ortodoncia metálica lleva utilizándose durante décadas con gran éxito. Por tanto, su eficacia ha quedado demostrada con los millones de pacientes tratados con éxito.
- Versatilidad: otra de las ventajas de los brackets metálicos es que permiten tratar un gran abanico de problemas relacionados con el alineamiento y la mordida de los dientes. Además, son aptos para pacientes de todas las edades: niños, adolescentes y adultos.
- Precio: el tratamiento con brackets metálicos es uno de los más económicos que existen. Por ejemplo, la ortodoncia invisible y los brackets linguales tienen un coste más alto.
- Resistencia: los brackets metálicos están fabricados con materiales duraderos, resistentes y que no se oxidan. Con los cuidados adecuados, no tienen por qué romperse o desgastarse a lo largo del tratamiento.
- Personalizable: los brackets metálicos se pueden combinar con gomas de colores, lo que resulta una ventaja para los niños.
Desventajas
Las principales desventajas de los brackets metálicos son las siguientes:
- Estética: para muchas personas, este es el mayor inconveniente de los brackets metálicos, ya que son especialmente visibles y afectan a la apariencia de la sonrisa.
- Higiene: los elementos que componen la ortodoncia metálica (brackets, arco y ligaduras) dificultan la limpieza, ya que el paciente no se puede cepillar los dientes con normalidad. Esto no ocurre con los alineadores invisibles, ya que se retiran antes de lavar los dientes. La falta de higiene puede conducir a enfermedades bucodentales, como la caries, la gingivitis o la periodontitis.
Llama a nuestras clínicas Recomendaciones a seguir con los brackets metálicos
A la hora de comenzar un tratamiento de ortodoncia con brackets metálicos hay que seguir una serie de cuidados tanto en la alimentación como en la higiene. A continuación, te dejamos las principales recomendaciones para que cuides tus brackets de la mejor manera:
- Evitar determinados alimentos duros o pegajosos que puedan dañar los brackets. Algunos ejemplos son los frutos secos, los turrones blandos o el chocolate guardado en la nevera.
- No comer bocadillos o manzanas a mordiscos, ya que los movimientos de palanca pueden hacer que los brackets se caigan o despeguen. En estos casos, habrá que trocear la comida antes de llevársela a la boca.
- Utilizar un cepillo de dientes especial para ortodoncia. O, en el caso de usar un cepillo eléctrico, emplear un cabezal especial para brackets.
- Cepillarse los dientes después de cada comida para retirar los restos de alimentos. Además, se debe utilizar hilo dental una vez al día. Por su parte, el colutorio es opcional.
- Acudir a las citas de revisión planificadas por el ortodoncista, ya que son fundamentales para comprobar que el tratamiento sigue la evolución prevista y para ajustar el arco. En caso contrario, el tratamiento sufrirá retrasos o no conseguirá los resultados deseados.
¿Cuánto tiempo hay que llevar los brackets metálicos?
La duración de cada tratamiento de ortodoncia depende de la maloclusión del paciente y de los cuidados que siga a lo largo del tratamiento (alimentación, higiene, asistencia a revisiones…).
De media, un tratamiento de ortodoncia con brackets metálicos suele durar unos 18 meses. Los casos más sencillos pueden corregirse en un plazo de 12 meses, mientras que los tratamientos más complejos pueden requerir unos 24 meses.
Hasta hace un tiempo, lo habitual era que el paciente tuviera que llevar los brackets tres o cuatro años, pero los avances en estos tratamientos, tanto en los materiales como en la tecnología, han contribuido a disminuir la duración.
De todas formas, si quieres saber cuánto tiempo tendrás que llevar tú los brackets metálicos aproximadamente, te invitamos a solicitar una primera visita gratuita con nuestros ortodoncistas.
