El blanqueamiento dental permite reducir varios tonos el color de los dientes. Este tratamiento se encarga de aclarar y dar luminosidad a la sonrisa. Además, elimina la mayoría de las manchas amarillas o marrones producidas por causas extrínsecas (café, tabaco, té…).
Sin embargo, no todas las manchas u oscurecimientos dentales son eliminables a través del blanqueamiento dental, ya que pueden requerir otro tipo de tratamientos odontológicos, como el uso de carillas o coronas.
El blanqueamiento de los dientes se realiza mediante productos blanqueadores a base de peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida, que penetran en el esmalte y eliminan las moléculas que causan el oscurecimiento.
El tratamiento es seguro, mínimamente invasivo y no afecta la estructura del diente, siempre y cuando se realice bajo la supervisión de un odontólogo formado y experimentado.
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Para realizar un tratamiento de blanqueamiento dental, es necesario, en primer lugar, someterse a una revisión por parte del dentista. Es fundamental comprobar que las encías gozan de buena salud y no presentan enfermedades periodontales. Asimismo, hay que controlar o tratar cualquier otro problema existente, como caries o restauraciones defectuosas.
Por ejemplo, es necesario verificar que no hay caries ocultas, ya que pueden debilitar la pieza dental donde están y causar problemas de sensibilidad muy acentuados.
Aunque depende del estado de la dentadura de cada paciente, suele ser importante y necesario realizar una limpieza dental profesional completa (con ultrasonido + cepillado profesional) previa al blanqueamiento dental.
Uno de los blanqueamientos dentales más habituales consiste en realizar una, dos o tres sesiones de lámpara profesional en la clínica. Tras esto, el paciente ya suele ver cambios significativos en el tono de sus dientes y comienza un tratamiento complementario en casa con férulas, siguiendo las indicaciones del odontólogo.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta que, al igual que sucede con otros procedimientos, será el odontólogo quien valore los requerimientos de cada paciente y paute el tipo de blanqueamiento más indicado.
A continuación, vamos a repasar los principales tipos de blanqueamientos dentales y a dar más detalles sobre cómo se hacen.
Es el blanqueamiento de dientes más habitual y el que se realiza sobre dientes vitales (sin endodonciar). Este tratamiento consiste en aplicar sustancias blanqueadoras sobre la parte externa de la pieza dental.
Se trata de un tipo de blanqueamiento en el que se utiliza una lámpara de luz fría o una lámpara de luz LED.
Para llevarlo a cabo, se coloca un blanqueador dental en gel sobre los dientes del paciente. Dicho gel está compuesto por una concentración de peróxido de hidrógeno al 35% o 40%, en función de cada marca. A continuación, se deja que la lámpara de luz actúe sobre el esmalte de los dientes.
Por lo general, el blanqueamiento dental LED es el más rápido. Su mayor ventaja es que se realiza en la clínica en una o varias sesiones, y siempre bajo la supervisión directa de un profesional. Por ello, presenta un precio mayor al del blanqueamiento en casa.
Para llevar a cabo este tipo de blanqueamiento, es necesario tomar una serie de medidas de la boca del paciente. De esta manera, se pueden confeccionar unas férulas de material acrílico personalizadas. Dichas férulas cuentan con unos reservorios donde el paciente debe aplicar una pequeña cantidad de blanqueador dental antes de colocarlas en la boca.
El tiempo y el momento del día para llevar las férulas de blanqueamiento dental puede variar ampliamente. De hecho, hay geles de uso diurno y de uso nocturno. También existen distintas concentraciones, lo cual establece el tiempo mínimo y máximo que deben permanecer las férulas en la boca.
El producto que se aplica en el blanqueamiento domiciliario puede ser peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida a menor concentración. Este último es igual que el peróxido de hidrógeno pero con la adición de urea.
Como su propio nombre indica, este tratamiento consiste en combinar los dos procedimientos anteriores: la sesión de lámpara en clínica y las férulas en casa del paciente.
El blanqueamiento dental combinado permite obtener un color más blanco al finalizar el tratamiento, así como mantener los resultados durante más tiempo. No obstante, la calidad de los resultados dependerá directamente de los hábitos del paciente y de si sigue las indicaciones pautadas por su doctor.
Este tipo de blanqueamiento se emplea solo en aquellas piezas dentales que presentan una tinción severa, tras haber sufrido un traumatismo o un tratamiento de conductos (endodoncia).
El blanqueamiento interno se realiza en la estructura interna del diente, exactamente, en la cámara pulpar. A diferencia del blanqueamiento externo, que actúa en todas las piezas dentales, el interno se realiza en un diente en concreto.
Este procedimiento aclara la capa interna del diente: la dentina. No obstante, es necesario que la pieza dental a tratar cuente con una estructura sana.
El blanqueamiento interno requiere varios días y se realiza de la siguiente manera:
El odontólogo lleva a cabo un estudio del paciente para valorar tanto el estado del diente concreto como de toda la boca. Para ello, realiza una exploración oral y una serie de pruebas, como una radiografía periapical (intraoral). En esta cita, también se registra el color del diente.
Se realiza una apertura en la corona del diente para acceder a la cámara pulpar. Tras limpiar la zona y sellar bien el conducto, se aplica el producto blanqueador.
Después de aplicar el blanqueador dental, se sella temporalmente la cámara pulpar con un material compatible con el organismo.
Pasados unos días, una semana aproximadamente, el dentista retira el sellado y evalúa el resultado. Si se ha logrado el color deseado, se sellan definitivamente los conductos y se lleva a cabo la reconstrucción definitiva del diente. En caso contrario, se repetiría el blanqueamiento interno hasta lograr el efecto deseado.
Dicho lo anterior, se debe tener en cuenta que el blanqueamiento interno no está recomendado en pacientes menores de 18 años, embarazadas o en periodo de lactancia, alérgicas al peróxido, que sufran hipersensibilidad dental o presenten dientes con exposición radicular (cuando la parte superior de la raíz de la pieza dental queda al descubierto).
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El blanqueamiento dental logra reducir varios tonos el color original de las piezas dentales. De esta manera, elimina parcial o totalmente el color amarillo de los dientes y los deja más blancos y brillantes.
Además, hay que tener en cuenta que este tratamiento está pensado para repetirse, a modo de mantenimiento, después de uno o varios años, según la severidad de las manchas o pigmentaciones originales del paciente. Y, además, en función de sus propios hábitos (alimentación, higiene, tabaco…).
En este punto, es necesario resaltar que los resultados van a depender, directamente, de los hábitos del paciente. Si se respetan las indicaciones ofrecidas por el doctor, el cambio en el color de los dientes será más notable y duradero en el tiempo.
Es normal que algunos pacientes experimenten hipersensibilidad dental transitoria, un efecto secundario que remitirá paulatinamente a los pocos días de haber terminado el tratamiento.
Si se presenta una sensibilidad mayor a la habitual, se suele aconsejar el uso de geles blanqueadores que contengan flúor y nitrato potásico, así como utilizar dichos componentes en los dentífricos que se usen durante el blanqueamiento dental.
Los casos de sensibilidad extrema que obligan a utilizar antiinflamatorios orales o a dar por terminado el blanqueamiento antes de tiempo son infrecuentes.
en general, unos dientes más blancos aportan al rostro un aspecto más atractivo, saludable y juvenil.
como consecuencia de la mejora estética, hay muchos pacientes que incrementan la confianza en su sonrisa y que tienden a sonreír más.
una gran cantidad de blanqueamientos requieren de una limpieza bucodental previa en la clínica. Por tanto, aunque la finalidad del tratamiento sea estética, el blanqueamiento también contribuye a mejorar la higiene y salud de la boca.
por lo general, el blanqueamiento permite obtener unos resultados notables, ya que puede aclarar varios tonos el color de los dientes.
otra de las ventajas del blanqueamiento dental es que resulta relativamente asequible. Su precio es inferior al de muchos tratamientos odontológicos.
El blanqueamiento dental se lo pueden realizar aquellas personas que tengan una buena salud bucodental y quieran reducir el tono oscuro de sus dientes. Antes de comenzar el tratamiento es fundamental confirmar que el paciente no padece enfermedades bucodentales como caries, gingivitis o periodontitis.
No obstante, se recomienda consultar cada caso con el odontólogo. Este profesional es el más indicado para elegir el tipo de blanqueamiento más conveniente, en función de las necesidades del paciente, y obtener así un resultado óptimo.
En algunas ocasiones, si el paciente tiene tinciones severas o sufre alguna patología bucodental, el blanqueamiento dental es menos efectivo. Por ejemplo, esto puede suceder con las manchas causadas por tetraciclinas, las cuales son tan severas que suelen exigir colocar carillas tras el blanqueamiento. Cuando esto suceda, también será el dentista quien oriente al paciente sobre los resultados que puede conseguir.
Será el odontólogo quien indique qué tipo de blanqueamiento dental es el más adecuado para cada caso, puesto que los resultados obtenidos varían en función del grado de coloración del diente y de la salud bucodental de cada persona.
Eso sí, en términos generales, podemos decir que el tratamiento más efectivo es el blanqueamiento dental combinado. Esto se debe a que consigue unos resultados más intensos y a que, además, se mantienen durante más tiempo.
El tiempo que duran los resultados de un blanqueamiento dental son muy variables y dependen de muchos factores, por lo que no se puede establecer una duración de antemano.
Eso sí, para poder conservar los resultados del blanqueamiento resulta recomendable recurrir a los mantenimientos o recordatorios periódicos, con la periodicidad fijada por el dentista (cada uno o varios años, dependiendo del caso).
Una vez finalizado el tratamiento, se recomienda seguir, durante los primeros días, una dieta blanca y evitar los alimentos que amarillean los dientes.
Esto se debe a que, durante el blanqueamiento, la superficie del esmalte se vuelve más porosa, debido a la acción del gel blanqueador. Por tanto, es más fácil que los dientes se tiñan al ingerir ciertos alimentos.
En general, hay que evitar las bebidas azucaradas y las comidas con colorantes como el vino tinto, el café, la salsa de soja, el curry o la cúrcuma. Asimismo, es preferible reducir el consumo de cítricos, ya que pueden mitigar el efecto obtenido y causar hipersensibilidad dental.
El blanqueamiento es un procedimiento odontológico seguro y eficaz, siempre que se realice bajo la supervisión de un odontólogo formado y experimentado.
Para asegurar que el paciente es apto, es necesario que el dentista lleve a cabo una revisión previa. De esta manera, puede comprobar que la persona presenta una buena salud bucodental.
Asimismo, el odontólogo debe supervisar el proceso en todo momento, para evitar cualquier daño al esmalte dental.
El precio medio de un blanqueamiento dental varía en función del tipo de tratamiento que se elija. En particular, en España el precio de un blanqueamiento con una o tres sesiones en clínica se sitúa en los 350 euros, aproximadamente.
No obstante, dado que cada paciente tiene unas necesidades concretas, para conocer el precio exacto de un tratamiento de blanqueamiento, es necesario acudir a cualquiera de las clínicas Vitaldent y ser valorado por un dentista.
El blanqueamiento dental es un tratamiento seguro en la inmensa mayoría de los casos. Sin embargo, al igual que otros procedimientos médicos, presenta una serie de contraindicaciones:
La inmensa mayoría de los riesgos asociados al blanqueamiento dental se pueden prevenir si el paciente se pone en manos de un profesional experimentado y cualificado y respeta sus indicaciones. En caso de no ser así, los riesgos y complicaciones del tratamiento pueden ser los siguientes:
El blanqueamiento dental es un tratamiento que requiere unos cuidados muy básicos para mantener sus resultados. Fundamentalmente, dichas recomendaciones están centradas en la alimentación, la higiene y las revisiones con el dentista:
Miriam Alexandre es coordinadora médica del área de Prostodoncia, Estética y Odontología General del Grupo Vitaldent. Es graduada en Odontología por la Universidad CEU San Pablo de Madrid y cuenta con el máster de Prótesis Bucofacial y Oclusión de la Universidad Complutense de Madrid.
Asimismo, Miriam Alexandre es miembro de la Sociedad Española de Prótesis Estomatológica y Estética (SEPES) desde el año 2017, donde ha presentado pósters de investigación clínica en los congresos de 2018 y 2019.
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