¿Has oído hablar del síndrome de disfunción de la ATM o de la articulación temporomandibular? ¿Notas molestia o dolor en la articulación de la mandíbula? En este artículo te explicamos qué es este trastorno, a qué se debe y cómo se puede tratar de manera eficaz.
¿Qué es el síndrome de disfunción de la ATM?
El síndrome de disfunción de la ATM (SDTM) es un conjunto de trastornos que provocan sensibilidad y dolor en la unión de la mandíbula con el cráneo. Esta articulación actúa a modo de bisagra entre diferentes huesos, músculos, ligamentos y dientes que intervienen en el habla y la masticación.
Tres de cada cuatro personas han sufrido alguna vez en su vida una disfunción de la ATM.
Hasta un 75 % de la población ha sufrido en algún momento de su vida una alteración de la funcionalidad de la ATM, con una predominancia en mujeres. Sin embargo, solamente un 33 % ha presentado algún síntoma y menos de un 1 % ha solicitado tratamiento.
Tipos de disfunción de la ATM
Existen tres tipos de disfunción de esta articulación, que se clasifican del siguiente modo:
- Trastornos de las articulaciones de la mandíbula, incluidos los que afectan a los discos interarticulares.
- Trastornos de los músculos masticatorios (masetero, temporal, pterigoideo medial y pterigoideo lateral).
- Dolores de cabeza asociados a un trastorno temporomandibular (cefalea temporomandibular).
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas principales de este síndrome son los siguientes:
- Dolor orofacial: es la característica principal, y puede ubicarse en la mandíbula, la cara, el hombro, el oído, la cabeza, el cuello o las muelas.
- Rigidez o bloqueo mandibular.
- Molestia o dificultad para abrir y cerrar la boca o masticar.
- Chasquidos o crujidos en la ATM.
- Zumbidos en los oídos (tinnitus).
- Maloclusión dental (las dos arcadas no encajan al cerrar la boca).
- Mareos o vértigos.
- Alteraciones del sueño.
¿Qué origina este síndrome?
No existe consenso sobre una única causa del SDTM, aunque sí se han definido diferentes factores que podrían influir en su aparición:
- Trastorno congénito.
- Lesión mandibular, como una rotura o dislocación.
- Artritis: inflamación o degeneración de la articulación.
- Maloclusión dental.
- Estrés: se relaciona sobre todo con el bruxismo, el hábito de rechinar los dientes de manera involuntaria.
Factores de riesgo
Además de las causas, hay algunos factores que aumentarían el riesgo de padecer una disfunción de la ATM o podrían empeorarla si ya se sufre:
- Mala postura, en especial la posición de la cabeza adelantada respecto al cuerpo.
- Morder objetos como tic nervioso.
- Dormir bocabajo.
- Aparatos de ortodoncia inadecuados.
¿Qué complicaciones puede causar a largo plazo?
Una disfunción de la ATM puede durar un breve periodo de tiempo y desaparecer por sí sola. No obstante, en otros casos puede agravarse si no se busca el tratamiento adecuado. Estas son algunas de las consecuencias que podría conllevar:
- Dolor crónico.
- Desgaste dental.
- Función de masticación limitada.
¿Cómo se diagnostica el SDTM?
Esta afección se diagnostica mediante una exploración física. Se examina la articulación y su rango de movimiento al abrir y cerrar la boca, y se realizan presiones para detectar cualquier punto de molestia o dolor.
En algunos casos pueden ser necesarias las pruebas de imagen. Podrían incluir una radiografía dental, una resonancia magnética o una tomografía computarizada.
Tratamiento
Según cuáles sean las causas del trastorno, el paciente podría requerir la supervisión de profesionales de distintos ámbitos de la salud: odontólogo, traumatólogo, fisioterapeuta, otorrinolaringólogo, etc. Por lo tanto, es posible que el tratamiento de la disfunción de la ATM deba ser interdisciplinar.
Tratamiento odontológico
El odontólogo debe evaluar si la mordida del paciente es correcta o si presenta maloclusión dental. En caso de tener que corregir problemas de alineación, el profesional planteará las diferentes opciones de ortodoncia.
Si detecta un bruxismo evidente, podría recomendar el uso de una férula de descarga para evitar el daño dental. No obstante, habrá que tratar el origen nervioso del trastorno de manera paralela.
Fisioterapia
La combinación de técnicas de fisioterapia con ejercicios de estiramiento y relajación suele dar buenos resultados para recuperar la funcionalidad de la articulación.
Fármacos
Si el dolor no remite, consulta con tu médico sobre la posibilidad de tomar medicamentos analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares.
Procedimientos quirúrgicos
Si los tratamientos conservadores no han funcionado, podría ser necesario recurrir a la cirugía:
- Artrocentesis: es una cirugía muy poco invasiva que consiste en una aspiración y lavado del fluido del interior de la articulación. De este modo, se eliminan las toxinas que producen la inflamación y el dolor y se apoya a la ATM para mejorar su función.
- Artroscopia: se introduce una cámara en la articulación para examinarla con precisión, eliminar el tejido inflamado y, si fuera necesario, reposicionar el disco o remodelar el hueso.
- Cirugía abierta: es un procedimiento necesario en casos más graves o degenerativos, como anquilosis o tumores. El cirujano accede al interior de la articulación por medio de una incisión. Requiere ingreso hospitalario y anestesia general.
Recomendaciones para aliviar el dolor en la articulación temporomandibular
Por último, estos consejos te pueden ayudar a calmar el dolor en la ATM:
- Evita comer alimentos duros o masticar chicle.
- Aplícate compresas de frío o calor en el punto de dolor.
- Masajea con las yemas de los dedos encima de la articulación, haciendo movimientos circulares, lentos y profundos.
- Realiza ejercicios de apertura y cierre de la mandíbula para ganar movilidad.
¿Crees que padeces una disfunción de la ATM? Pide cita en tu clínica Vitaldent más cercana para que un profesional pueda hacerte un examen y proponerte el tratamiento adecuado para poner fin al dolor y las molestias.