Gustavo Camañas Gustavo Camañas
5 min de lectura
Revisado por la Comisión Médica
Gustavo Camañas Gustavo Camañas
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Revisado por la Comisión Médica

Para poder bajar un flemón dental rápidamente es fundamental una intervención temprana. De esa manera, se podrá disminuir la carga bacteriana del flemón y eliminar el pus presente.

Para ello, el paciente debe ir al odontólogo de urgencia. Una vez en la consulta, el profesional aplicará terapia farmacológica y quirúrgica.

Con el objetivo de aclarar todo este proceso, en el artículo de hoy te vamos a contar cuáles son los síntomas del flemón, cómo se cura y cuál es la mejor manera de prevenir su aparición.

¿Tratamiento del flemón: ¿cómo bajar un flemón?

1- Terapia farmacológica

En la inmensa mayoría de los casos, el tratamiento para eliminar el flemón pasará por medicación antibiótica -para reducir las bacterias-, analgésica -para calmar el dolor- y antiinflamatoria -para disminuir la hinchazón-.

Cuando se interviene sobre el flemón de manera rápida, lo más posible es que no haga falta tratamiento quirúrgico.

Una vez bajada la carga bacteriana con los medicamentos, se planificará el tratamiento del diente afectado.

Dicho tratamiento pasará por una endodoncia o la extracción de la pieza dental.

2- Terapia quirúrgica (cirugía)

Si la terapia farmacológica no resulta suficiente para bajar el flemón, será necesario realizar una cirugía.

Para llevar a cabo dicha intervención, el dentista hará una incisión o aspiración con aguja del líquido infectado del flemón (pus).

De esta manera, se drenará la zona y comenzará a bajar tanto la infección como la sintomatología dolorosa que experimente el paciente.

En los flemones, la extensión de la infección se produce de manera relativamente rápida.

Por ello, y con el objetivo de evitar complicaciones más graves, resulta fundamental actuar cuanto antes.

Y es que, si el flemón no se trata y se deja avanzar la infección, el paciente puede llegar a requerir terapia hospitalaria.

3- Prevención

Los controles periódicos odontológicos son necesarios para prevenir las patologías orales, así como para asegurar una buena salud general.

Por tanto, lo más recomendable es acudir a una clínica dental entre una y dos veces al año. De esta manera, el odontólogo llevará a cabo una revisión general y el paciente podrá someterse a una limpieza bucodental profesional.

¿Qué es el flemón en la boca o absceso dental?

Un flemón en la boca es, en definitiva, una bolsa de pus que se forma en una zona de la cavidad oral. Es decir, al lado de un diente o en la encía.

Generalmente, tiene su origen en una infección cercana y produce una patología llamada absceso dental.

¿Por qué aparece el flemón en la boca?

El flemón o absceso dental aparece porque existe una infección cercana.

Como consecuencia de dicha infección, se inflama el tejido de la zona y se crea una bolsa o depósito que contendrá un líquido infeccioso (pus).

El flemón suele producirse por la acumulación de placa bacteriana y sarro.

Las causas por las que puede aparecer el flemón son las siguientes:

  • Caries no tratadas: la infección producida por la propia caries accede hasta la pulpa (parte más interna del diente y la que contiene el nervio) y forma un depósito de pus -o absceso- alrededor de la pieza dental infectada.
  • Enfermedad periodontal: como consecuencia de una periodontitis, las encías están infectadas y se crea el absceso (relleno de pus) en la misma encía.
  • Traumatismos: cuando causan la fractura del diente y la consiguiente infección en la pulpa, forman un flemón.

Dicho esto, podemos establecer que, en la cavidad oral, el flemón puede ser de dos tipos: odontogénico y no odontogénico.

En el primer caso, la causa del flemón está relacionada con un diente. En el segundo caso, nos podremos encontrar con una infección bacteriana que no tiene relación con los dientes.

A continuación, explicamos ambos tipos de flemones:

  • Flemón odontogénico

La infección que causa el flemón es de origen dental, ya que es el resultado de una patología infecciosa ocasionada en un diente. Por tanto, el origen puede estar en una fractura, una periodontitis avanzada, o una caries muy extensa.

  • Flemón no odontogénico

Este tipo de infección no tiene un origen dental, sino que se desplaza siguiendo la circulación linfática y sanguínea. En muchas ocasiones, estos flemones están causados por traumatismos.

¿Qué síntomas me puede provocar?

Presentar una cara hinchada por el flemón suele ser el signo más llamativo de esta afección. Y es que, cuando aparece el flemón, se produce hinchazón en la zona afectada debido a la acumulación de pus.

Dicho esto, los síntomas pueden variar según las características de la persona y la gravedad del proceso.

A continuación, te contamos cuáles son los principales signos y síntomas del flemón:

  • Cara hinchada e inflamación en la mejilla, sobre todo en la zona donde se localiza la infección.
  • Dolor muy intenso: puede agravarse al tocar la zona, aunque suele manifestarse también de manera espontánea.
  • Mal sabor de boca: en ocasiones, el líquido infeccioso sale ligeramente del flemón, originando el mal sabor.
  • Sensibilidad en la zona al ingerir alimentos fríos o a la palpación, lo que origina problemas para comer o, incluso, para abrir la boca.
  • Malestar general que puede ir acompañado de fiebre (debido al proceso infeccioso).
  • Limitación de la apertura bucal
  • Limitaciones en los movimientos de la lengua, la deglución, la fonación y la masticación
  • Alteración, en los casos más graves, de la función respiratoria
  • Halitosis o mal aliento
  • Asimetría de la cara debida a la hinchazón
  • Fiebre

¿Cuánto suele durar un flemón?

La duración de un flemón puede ser muy variable. Esto se debe a que el tiempo que tarda en curarse depende de su severidad y del plazo que tarde el antibiótico en hacer efecto.

En general, podemos decir que, una vez administrado el antibiótico, el flemón suele durar entre dos y cuatro días

¿Cómo puedo evitar que aparezca?

Para evitar la aparición de flemones, o de cualquier infección dental, debes seguir una serie de consejos:

  • Mantener una higiene bucodental exhaustiva: realizando siempre un cepillado dental de dos minutos después de cada comida, y que vaya acompañado del uso de hilo dental y enjuagues con flúor.
  • Realizar visitas regulares al dentista para que realice una revisión general. Acude a este profesional, como mínimo, una vez al año.
  • Permanecer atento a la salud oral y autoexplorarse la boca para advertir cualquier cambio repentino. Y, con ello, acudir al dentista lo antes posible.

¿Existen remedios caseros para reducir la inflamación?

El flemón requiere, en todos los casos, tratamiento odontológico profesional. Es decir, una vez que aparece, no hay ningún remedio casero o solución natural que sea capaz de curarlo.

Y, por ello, es necesario acudir al dentista cuanto antes. Pero, hasta que ese momento llega, sí es posible aliviar el dolor y reducir la inflamación mediante algunos consejos.

Remedios caseros para el flemón

  • Aplica hielo o una compresa fría sobre la zona inflamada. De esta manera, conseguirás bajar el flemón ligeramente.
  • Enjuágate la boca con agua tibia y sal. Así, lograrás drenar una parte del pus acumulado en el flemón.
  • Coloca una bolsita de té negro sobre el flemón. Caliéntala previamente y deja que se enfríe para que no te queme. Te ayudará a desinflamar la zona y drenar el pus. 
  • Utiliza aceite de árbol de té: disuelve una cucharada en un vaso de agua, humedece un algodón con la mezcla y colócalo sobre la zona afectada. Puedes repetir el proceso tres veces al día.
  • Mezcla clavo de olor con agua. Aplica la pasta resultante sobre el flemón y déjala actuar durante 15 minutos. Puedes repetir el procedimiento tres veces al día.

Conclusiones

Recuerda que los consejos que acabamos de ofrecerte pueden ser muy útiles mientras llega tu cita con el dentista pero, en ningún caso, sustituyen el tratamiento profesional.

Hoy en día, en Internet podrás encontrar multitud de páginas que contienen una gran cantidad de remedios caseros para bajar un flemón.

Sin embargo, recurrir a ellos solamente hará que pierdas el tiempo y postergues la verdadera solución.

Por tanto, cuanto antes te pongas en manos de tu dentista de confianza, antes eliminarás tu patología y evitarás que derive en problemas mayores.

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Gustavo Camañas
Gustavo Camañas
Gustavo Camañas es coordinador médico del área de Odontología General del Grupo Vitaldent. Es licenciado en Odontología por la Universidad Europea de Madrid y ha realizado numerosos cursos en diferentes áreas de la Odontología. Fruto de su amplia visión, realiza una función de control de calidad de los tratamientos de nuestras clínicas e imparte formación de los doctores de la compañía.