Casi todo el mundo es un buen candidato para la colocación de un tratamiento de ortodoncia que subsane la mala colocación de sus dientes. Sin embargo, hay determinadas personas que no reúnen las condiciones necesarias para ello. Presta atención a este artículo porque en él te desvelamos cuándo no se puede poner ortodoncia.
Cualquier tratamiento de ortodoncia conlleva un estudio previo. Entre otras cosas, este examen sirve para averiguar si el paciente resulta apto o si presenta alguna incompatibilidad que desaconseje la colocación del aparato.
¿Cuándo no se recomienda usar ortodoncia?
Hay determinadas ocasiones en las que el paciente no reúne las condiciones necesarias para colocar la ortodoncia. En concreto, los tratamientos ortodóncicos están contraindicados en las siguientes situaciones:
1- Alergia a metales
Los brackets tradicionales están fabricados con diversos metales. Uno de ellos es el níquel, el cual es, a su vez, uno de los metales que más alergias genera. Por tanto, las personas alérgicas a los metales no pueden hacer uso de la ortodoncia convencional.
En caso de hacerlo, presentarán una serie de síntomas en las zonas cercanas a la boca, como erupción, enrojecimiento, picazón o ampollas.
Cuando una persona es alérgica a los metales, la solución pasa por barajar otras alternativas como los brackets estéticos de zafiro (con arcos sin níquel) o los alineadores invisibles, ya que no contienen elementos metálicos.
La colocación de ortodoncia está contraindicada en pacientes que tienen una caries sin tratar o una enfermedad periodontal sin controlar. Antes de poner el aparato será necesario abordar estas patologías.
2- Existencia de una caries previa en los dientes
Un aparato de ortodoncia solamente se puede colocar en una boca sana. Por tanto, no se puede poner ortodoncia a una persona que presente una caries en alguno de sus dientes.
Si esto sucede, en primer lugar es necesario tratar la caries mediante una obturación (empaste) o una endodoncia (en caso de que la lesión afecte al nervio). Una vez que la enfermedad esté curada, se podrá poner la ortodoncia.
3- Enfermedad de las encías
En línea con el caso anterior, tampoco se puede poner ortodoncia cuando el paciente sufra una enfermedad periodontal, como la gingivitis o la periodontitis.
La periodontitis es la patología más grave de ambas y se caracteriza por provocar un amplio abanico de síntomas en las encías: enrojecimiento, inflamación, sangrado, retracción, etc. En última instancia, la periodontitis provoca daños en el hueso que sostiene los dientes.
Dicho esto, conviene recordar que los aparatos de ortodoncia ejercen una serie de fuerzas en los dientes para poder llevarlos a su posición ideal. Esta presión puede resultar excesiva en un hueso que está siendo dañado por la enfermedad, lo que agrava su deterioro.
Por todo ello, los pacientes con periodontitis necesitan tener controlada su enfermedad antes de llevar un tratamiento de ortodoncia. Además, durante el tratamiento de ortodoncia deben ir a revisiones para controlar su estado periodontal. Si hay un agravamiento del mismo puede ser necesario interrumpir el tratamiento de ortodoncia.
4- Dientes desmineralizados
La desmineralización de los dientes es otra de las situaciones que contraindica la colocación de ortodoncia. Dicha desmineralización puede ocurrir por una mal formación del diente (hipomineralización), el exceso de ácidos en la dieta o por los vómitos y reflujos continuados.
Unos dientes desmineralizados son más propensos a padecer fracturas e infecciones. Fruto de esta debilidad, también pueden llegar a romperse. Por tanto, en estos casos no se recomienda poner ortodoncia.
5- Raíces cortas
Generalmente, la causa de las raíces cortas es una anomalía originada durante el desarrollo dental. Aunque esta circunstancia no supone una contraindicación absoluta al tratamiento de ortodoncia, lo cierto es que en estas personas es preferible no usar brackets.
Hay que tener en cuenta que, en muchos casos, las raíces tienden a acortarse durante los tratamientos de ortodoncia. Por tanto, conviene utilizar un tratamiento que ejerza una presión menor que los brackets: los alineadores invisibles.
Además, otra solución para disminuir el riesgo de que las raíces se acorten aún más es tratar de involucrar a estos dientes lo menos posible durante el tratamiento ortodóncico. Sin embargo, esto es algo que necesitará valorar el ortodoncista en el estudio previo que realice.
6- Enfermedades metabólicas
Las enfermedades metabólicas ocasionan una mayor fragilidad en los huesos. Esta circunstancia puede hacer que los huesos que sostienen los dientes no soporten las fuerzas ejercidas por el aparato de ortodoncia.
De la misma manera, en los pacientes con hipertiroidismo o hipotiroidismo mal controlados es contraproducente colocar una ortodoncia. Esto se debe, fundamentalmente, a que son más propensos a padecer infecciones. Por tanto, es fundamental que las personas que sufren estas enfermedades sigan las pautas y los tratamientos de su médico para controlarlas.
De cualquier manera, si presentas alguna de las situaciones anteriores y quieres llevar ortodoncia, es fundamental que acudas al ortodoncista para que este valore tu caso de manera individualizada.
No todas las circunstancias son iguales y lo que para una persona puede ser una contraindicación absoluta, para otra puede no serlo tanto, siempre y cuando se respeten ciertas particularidades y el tratamiento esté correctamente planificado.
De todas formas, si tienes dudas al respecto, te animamos a venir a resolverlas a cualquiera de nuestras clínicas dentales. Los ortodoncistas que forman parte del equipo Vitaldent estarán encantados de tratarlas contigo en una primera visita gratuita.