Casi todo el mundo puede ser un buen candidato para empezar a usar una ortodoncia que subsane una mala colocación de dientes, pero determinadas personas no reúnen las condiciones necesarias para ello. Presta atención, porque te desvelamos cuándo no se puede poner ortodoncia.
Con carácter previo a una ortodoncia es necesario averiguar si el paciente resulta idóneo para ello o si presenta alguna incompatibilidad que desaconseje esta técnica. En concreto, difícilmente se podrá colocar una ortodoncia si tras realizar todas las pruebas necesarias, el profesional se encuentra con cualquiera de estas situaciones:
Alergia a algún metal
Uno de los metales que más alergias genera es el níquel, tanto es así que el 15 % de la población es alérgica a él. Las personas con este problema presentan síntomas como erupción, enrojecimiento, picazón e incluso dolorosas ampollas.
La orotodoncia invisible es una alternativa más cómoda y estética a la ortodoncia metálica.
En estos casos es posible barajar otras alternativas como una ortodoncia invisible. Corresponde al odontólogo buscar opciones convenientes que permitan al paciente corregir el aspecto de su boca.
Existencia de una caries previa en los dientes
Se recomienda eliminar la caries antes de someternos a una ortodoncia, pues el aparato dificulta la limpieza. Por lo tanto, se recomienda realizar visitas periódicas al odontólogo para vigilar la aparición de posibles caries, así como supervisar el buen estado de la encía.
Las encías parecen enfermas y/o sangran
En este último caso, estaríamos hablando de la existencia de una enfermedad periodontal que impide hacer uso de la ortodoncia. Conviene recordar que dicho aparato dental ejerce una fuerza en los dientes que causa una reacción inflamatoria.
Por este motivo, si el paciente padece una periodontitis, el soporte dental sufrirá por ello y, en definitiva, la ortodoncia no será efectiva.
No obstante, no todo está perdido, pues lo correcto es tratar de abordar el problema de encías con un adecuado tratamiento periodontal.
Dientes desmineralizados
Otro escenario que nos podemos encontrar es que los dientes se hallen desmineralizados debido a razones genéticas y sean, en consecuencia, más vulnerables al ataque de las bacterias. En estos dientes los brackets no se adhieren correctamente y, para colmo, son más proclives a la caries.
Raíces enanas
Es posible que por herencia familiar o debido a un fuerte traumatismo sufrido en la zona el paciente presente unas raíces de los dientes enanas. Este inconveniente también puede derivar de un tratamiento de brackets anterior que no se realizó correctamente.
Enfermedades metabólicas
Dicha patología ocasiona una mayor fragilidad en los huesos y que, en definitiva, estos últimos no puedan soportar las fuerzas que se producen al utilizar brackets. También ante una enfermedad como el hipotiroidismo, siempre que esté descontrolado, puede ser contraproducente colocar una ortodoncia.
En suma, para saber cuándo no se puede poner una ortodoncia deben valorarse todas estas circunstancias por parte del profesional, quien decidirá qué hacer y si es posible –en consecuencia– ofrecer algún tipo de solución satisfactoria para el paciente.
En cualquier caso, si tienes dudas al respecto, te animamos a que las plantees al equipo de expertos de nuestras clínicas dentales. Estaremos encantados de resolverlas.