Gustavo Camañas Gustavo Camañas
4 min de lectura
Revisado por la Comisión Médica
Gustavo Camañas Gustavo Camañas
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El bruxismo en niños es una afección cada vez más frecuente en nuestra sociedad, fruto de los problemas de estrés que están en auge entre la población infantil.

En el artículo de hoy nos vamos a centrar en el bruxismo a edades tempranas, con el objetivo de informar a los padres sobre las formas de detectarlo y de abordarlo. De esa manera, será posible prevenir grandes daños en los dientes temporales (de leche), pero también en los definitivos.

¿Qué es el bruxismo en niños?

Al igual que ocurre con los adultos, el bruxismo en niños es el acto involuntario que consiste en rechinar y apretar los dientes. Lo más habitual es que dicho hábito se manifieste por la noche, mientras la persona duerme. Sin embargo, también puede darse durante el día.

Como hemos mencionado, el bruxismo infantil es un problema en auge que, normalmente, aparece en niños de entre seis y diez años. En líneas generales, estas edades coinciden con la erupción de la dentadura definitiva y la caída de los dientes de leche.

Al hablar de bruxismo en niños, podemos distinguir entre dos tipos: bruxismo céntrico y bruxismo excéntrico.

  • Bruxismo céntrico: consiste en apretar los dientes.
  • Bruxismo excéntrico: en este caso, los pacientes se caracterizan por rechinar los dientes. Es decir, en vez de apretar, tienden a “frotar” los dientes superiores con los inferiores.

En cualquier caso, conviene destacar que ambos tipos de bruxismo pueden ser simultáneos.

Dicho lo anterior, hay ocasiones en las que el bruxismo en niños desaparece una vez que comienzan a erupcionar los primeros dientes definitivos. Otras veces, el bruxismo persiste hasta la edad adulta, lo que puede causar graves daños en las piezas dentales. Por ello, es clave detectar y tratar el bruxismo cuanto antes.

¿Cómo detectar el bruxismo en niños?

Como ya hemos mencionado, es muy importante detectar el bruxismo en niños lo antes posible. Para ello, los padres deben estar atentos a los síntomas que pueden alertar del problema.

El signo más notorio es el ruido que se produce al rechinar los dientes. Normalmente, este rechinamiento se presenta cuando el niño está dormido, pero también puede aparecer durante el día.

De igual manera, conviene estar atentos a si el niño tiene tendencia a apretar los dientes, ya sea durante el día o cuando duerme.

Además, otros síntomas de bruxismo infantil pueden incluir inflamación de las encías, dolores recurrentes (en mandíbula, dientes o cabeza) o desgastes en el esmalte de los dientes. Incluso, en los casos más graves, pueden aparecer fisuras y fracturas.

No obstante, estos signos también son compatibles con otras enfermedades o lesiones bucodentales. Por ello, si se detectan, es fundamental acudir al odontopediatra. De esta manera, el profesional podrá valorar al niño y emitir un diagnóstico, ya sea de bruxismo infantil o de cualquier otro problema oral. 

Causas del bruxismo infantil

Las principales causas del bruxismo infantil son las siguientes:

  • Estrés: está estrechamente relacionado con factores psicológicos. En muchos casos, es una respuesta del niño al estrés, la ansiedad, el miedo o la tristeza.
  • Hiperactividad: el bruxismo en niños también está muy relacionado con los trastornos de hiperactividad.
  • Genética: si existen antecedentes familiares de bruxismo, hay un riesgo mayor de que el niño sufra la afección.
  • Trastornos del sueño: hay determinados hábitos negativos relacionados con el sueño que pueden propiciar la aparición de bruxismo infantil (apnea del sueño, dormir pocas horas, no descansar lo suficiente…).
  • Proceso de erupción dental: hay algunos episodios relacionados con el proceso de erupción que también pueden desencadenar el bruxismo. Algunos ejemplos de ello son el apiñamiento, la salida de las piezas dentales definitivas, la caída de los dientes de leche, etc. En algunos casos, estas circunstancias generan molestias que llevan al niño a apretar los dientes como forma de disminuir el dolor.

Para tratar el bruxismo en niños es necesario cambiar determinados hábitos de vida y recurrir a tratamiento profesional (odontología, fisioterapia…).

¿Cómo tratar el bruxismo en niños?

Para tratar el bruxismo infantil, es fundamental prevenir o frenar el desgaste del esmalte dental. Asimismo, será necesario reparar los daños en los dientes, en caso de que se hayan producido. Por todo ello, podemos dividir el tratamiento para el bruxismo en dos ramas. Por un lado, distinguimos los cambios en los hábitos de vida. Por otro lado, el tratamiento profesional.

  • Control del estrés: es importante prestar atención a los factores psicológicos que puedan causar el bruxismo en niños y, en la medida de lo posible, controlarlos.
  • Deporte: es una de las mejores formas de reducir el estrés infantil. Aunque es recomendable para todos los niños, hacer deporte varios días a la semana es especialmente importante en niños muy inquietos o hiperactivos.
  • Calidad del sueño: para tratar el bruxismo en niños es esencial revisar sus rutinas de sueño. Por ejemplo, el número de horas que duermen o las actividades que realizan antes de irse a la cama. En este último punto, es conveniente que realicen actividades que les permitan relajarse, como escuchar música o leer un libro. En cambio, el uso de pantallas (móviles, televisión, ordenador, videojuegos…) está desaconsejado.

Por su parte, el tratamiento profesional pasa por las siguientes soluciones:

  • Férula de descarga: es la manera más habitual de corregir el bruxismo. Normalmente, el odontopediatra pauta el uso de una férula de descarga por las noches, mientras el niño duerme.
  • Fisioterapia: cuando los niños presentan dolores recurrentes en cabeza, mandíbula o cuello también resulta necesario acudir a fisioterapia.
  • Terapia psicológica: si el niño padece estrés o ansiedad también conviene visitar a un psicólogo infantil.

Consecuencias del bruxismo infantil

El mal hábito de rechinar o apretar los dientes constantemente es un problema mayor de lo que pueda parecer y que, de no tratarse a tiempo, puede derivar en graves consecuencias como las siguientes:

  • Desgaste del esmalte dental.
  • Fisuras y fracturas de las piezas dentales.
  • Inflamación en las encías.
  • Dolores en dientes, cabeza, oídos, mandíbula, etc.

Esperamos que este artículo te haya servido para descubrir los principales síntomas del bruxismo en niños y conocer los tratamientos más habituales. En cualquier caso, si sospechas que tu hijo puede padecer la afección, te animamos a acudir al odontopediatra cuanto antes.

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Gustavo Camañas
Gustavo Camañas
Gustavo Camañas es coordinador médico del área de Odontología General del Grupo Vitaldent. Es licenciado en Odontología por la Universidad Europea de Madrid y ha realizado numerosos cursos en diferentes áreas de la Odontología. Fruto de su amplia visión, realiza una función de control de calidad de los tratamientos de nuestras clínicas e imparte formación de los doctores de la compañía.