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El principal propósito, posiblemente, de un cepillo de dientes, es eliminar las bacterias que se acumulan en la boca con el objetivo de mantener nuestra boca libre de infecciones. Por eso, es muy importante mantenerlo limpio y sobre todo, recordar, la conveniencia de cambiarlo cada 3 meses.
Y es que, un cepillo de dientes limpio y en buen estado es esencial para una buena higiene bucal.
¿Quieres conocer las 6 claves para mantener el cepillo en perfecto estado?
- Antes de cepillarte los dientes, lávate las manos con jabón para evitar transmitir las posibles bacterias al cepillo y por consiguiente a tu boca.
- Lava tu cepillo de dientes antes y después de cada uso. Sostenlo bajo el chorro de agua y frota con el dedo pulgar sobre él con fuerza durante cinco segundos.
- Después de enjuagar tu cepillo dental cuidadosamente con agua tibia o caliente, agítalo enérgicamente para secarlo lo máximo posible.
- ¿Sabías que tu cepillo de dientes tras enjuagarlo puede producir bacterias si no lo guardamos correctamente? Tras su uso, guarda tu cepillo de dientes en posición vertical en un recipiente, (las cerdas hacia arriba, mango hacia abajo). Mantén el recipiente limpio, ya que puede acumular suciedad con el paso del tiempo. Evita guardarlo en un recipiente tapado en el que no reciba una ventilación adecuada. Además, según algunos estudios, es importante mantener nuestro cepillo lo más lejos posible del inodoro, ya que podría contaminarse con las bacterias que éste expulsa cuando se tira de la cadena.
- Actualmente hay muchos productos en el mercado para desinfectar y eliminar las bacterias del cepillo de dientes e incluso algunos cepillos ya vienen equipados con cerdas antibacterianas.
- Es muy importante que cambies tu cepillo cada 3 o 4 meses. Si es eléctrico, también deberás cambiar el cabezal con esa frecuencia.
Recuerda que mantener el cepillo en perfectas condiciones es fundamental para que nuestra higiene bucal sea correcta.
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